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Ramón Iván Suárez Caamal, ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2010

Ramón Ivan Suárez Caamal.
Foto: www.cancunlahistoria.com


Fuente: Conaculta

***El escritor es además autor del himno a Quintana Roo

El escritor Iván Suárez Caamal fue notificado como ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para niños 2010 y se le entregarán doscientos mil pesos. El concurso fue convocado por la Fundación para las Letras Mexicanas que preside Miguel Limón Rojas y el Fondo de Cultura Económica.

Suárez Caamal comentó que el reconocimiento oficial será entregado el día 16 de noviembre en el Centro de las Artes de México, en el marco del evento nacional de Promotores de Lectura. Explicó, que el libro Huellas de pájaros consta de 35 caligrafías escritas especialmente para niños, al mismo tiempo realizó un segundo libro, aún inédito, de literatura popular, coplas, canciones de cuna y abecedarios.

Ramón Iván recordó que, desde veinte años atrás no había escrito algo específico para la niñez, hace un año fue invitado por la Secretaría de Educación Pública para realizar poemas que se incluirían en los libros de texto, aunque por cuestiones personales no se logró concretar, el proyecto resultó un acicate para dar rienda suelta a su imaginación surgiendo muchas ideas, de las cuales nació el libro ganador.

Actualmente vive en Bacalar y es el director de la Casa Internacional del Escritor de la Secretaría de Cultura de Quintana Roo. Es profesor de lengua y literatura española. Ha obtenido más de treinta reconocimientos por su trayectoria literaria, entre los que destacan dos premios de poesía en 1991: el Olga Arias de Durango y con el libro Pulir el jade el Jaime Sabines de Chiapas.

Algunos de sus textos han sido publicados en la revista de la Universidad Veracruzana La palabra y el Hombre y en antologías como Asamblea de poetas jóvenes de México de Gabriel Zaíd. Pavesas (poesía, 1979), Poemas para los pequeños (1983), En el insomnio escribo (poesía, 1987), Cuando te llamo selva (poesía, 1989), Pejeluna (poesía, 1996), Casa Distante (poesía, 1996), Otros mundos, otros sueños y otra vez otros mundos (poesía, 1996) son ejemplos de la obra de Suárez Caamal.

Coordina talleres literarios de poesía y cuento para niños y adolescentes. Como resultado de su práctica en dichos talleres publicó su libro Poesía en Acción en 1991.

Fue premio estatal de periodismo de Quintana Roo en 1987.

Ha publicado más de veinte libros de verso y de prosa; entre éstos están: Zoo y otras ficciones mínimas, 1978. Pavesas, 1979. Memorial de Sueños, 1981. Poemas para los pequeños, 1983. La fauna del Platón y otros poemas, 1984. Bajo el signo del árbol, 1986. En el insomnio escribo, 1987. Vivir cerca del mundo, 1988. Cuando te llamo selva, 1989. Pulir el jade, 1992. Criatura inanimada, 1995. Otros mundos, otros sueños y otra vez otros mundos, 1996. Aprendizajes en la luz, 1996. Pejeluna, 1996. Casa Distante, 1996. Colectivos: Sumario de ficciones (narrativa), 1986. Poemas desde el rincón celeste (poesía), 1983. Imarginaciones (narrativa) 1986. Recuento de voces (poesía), 1987.

Tiene en su haber los libros de texto: Manual de poesía coral en movimiento, colectivo, 1982. Poesía en Acción, manual para talleres literarios, 1991, y Juguemos con el español, 1995.
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Presentan Árbol de la Vida, nota en El Porvenir

Andrés Acosta, Marco Aurelio Chavezmaya y Joaquín Díez-Canedo
Foto: MGE



FUENTE: EL PORVENIR

Domingo, 31 de Octubre de 2010
El texto tiene como principal propósito decir las cosas de siempre como son: el cariño, amor, la naturaleza, la muerte, a través de los ojos de un niño.
México (NTX).- Con un taller de poesía y música en el que se recreó el relato de un pequeño que narra su forma de ver la vida, su casa y a su familia, es como se presentó hoy el libro ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía 2009, "Árbol de la Vida", de Marco Aurelio Chávez Maya, en la librería Rosario Castellanos, del Centro Cultural Bella Epoca.
En entrevista, el autor del texto comentó que "Árbol de la Vida" es un libro que no nació con la intención de entrar a un concurso, es el resultado de un pendiente que Chávez Maya tenía con sus tres hijos.
"Yo les daba a leer, cuentos, coplas y les ensañaba a recitar y era un pendiente que yo quería escribir de nuestro entorno porque somos de pueblo", manifestó.
Resaltó que inició deliberadamente dicho trabajo en la necesidad de enraízar a sus hijos al pueblo, toda vez que él es originario de Metepec.
Dijo que hay una especie de atmósfera híbrida entre el urbanismo y la ruralidad, y al sentir que se estaban alejando de la costumbre del pueblo es que empezó a escribir.
Indicó que el texto tiene como principal propósito decir las cosas de siempre como son: el cariño, amor, la naturaleza, la muerte, a través de los ojos de un niño.
Detallo que "Árbol de la vida" cuenta la vida de un niño de puebla que se encuentra en la casa del árbol que le hizo su abuelo y relata como contempla su casa a su familia, su entorno y su escuela entre otros aspectos.
El autor reconoció que nunca antes había escrito para niños, "es mi primer libro para niños, yo escribo cuentos, novela y poesía para adultos y este es mi primer libro para niños", el cual catalogo como una gran revelación y una grata sorpresa.
El poemario fue ilustrado por Manuel Monroy y es editado por el Fondo de Cultura Económica.
El autor adelantó que luego de ganar el Premio Hispanoamericano de Poesía 2009, se encuentra escribiendo un libro de cuentos para niños, ya que consideró hay mucho material.
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Luz Ovies Quirós. Responso, de Aurelio González Ovies


Luz Ovies Quirós.
RESPONSO
Si no te llegan mis flores, al menos sí el aroma de estas palabras.

Que estés en el cielo mejor que en la tierra, rodeada de luz y jardines amplios y un balcón de nubes desde donde puedas asomarte y vernos. Ojalá así sea. Que sigas soñando, si soñáis los muertos, con que llegue el día de que estemos juntos, como tú decías, muy tarde, muy tarde, pero para siempre, para nunca más ser ya separados. Ojalá así sea. Y que mientras tanto, mientras nos esperas, seas silbo o hálito o pétalo mismo, halles la salud que no disfrutaste. Ojalá así sea.
Que estés donde estés, con todo lo tuyo, cenizas o huesos, o halo de alma, sientas el descanso y la paz eterna. Y encuentres espacios en los que te inunden briznas de ternura, ráfagas de amor, bálsamo de hijos. Ojalá así sea. Que todo conozca, sea fuego o aire, ilusión o atmósfera, tu benevolencia y ocupes el ángulo que me señalabas en noches oscuras: "mira, mira aquella estrella". Cuántas veces salgo a la noche oscura, cuántas noches miro su oscura presencia, cuántas días percibo un fulgor distinto. Y es porque te siento, porque me titilas desde el firmamento. Eso es lo que creo y lo que me sustenta. Ojalá así sea.
Que hayas abrazado, seas lo que seas, esencia de humo, fracción de paisaje, a todos los tuyos que se fueron antes, a tu tierna madre, a tu padre joven, a tu hermano único, a tus tías guardianas. Ojalá así sea. Y que hayáis hablado, seáis soplo o lluvia o danza muy leve de la grácil nieve, del porvenir todo que no fue posible, de todas las décadas que quedaron huérfanas. Y que estéis unidos, seáis frío o éter, y no conozcáis zonas infelices. Y observéis las vigas de la casa antigua, apoyando olvidos y nombres ausentes. Ojalá así sea.
Ojalá así sea, Luz de mi camino, y no haya en tu entorno más que cielo limpio, superficie blanda, infinitud frágil donde te permitan, seas lo que fueres, rocío o neblina, seguir cultivando tu corazón manso, tus setos de hortensias. Coger los pomelos que ya estén maduros. Podar los rosales que dejaste a medias. Ojalá así sea.
Por aquí las cosas no han cambiado a penas, y la vida sigue más vacía sin ti. Bueno, han crecido un poco el magnolio, el tejo, y están muy altas todas las camelias. Lo sabes. Sospecho que bajas, riegas los recuerdos y nos merodeas. Ojalá así sea.
(La Nueva España, 27 de octubre de 2010)

(C) Aurelio González Ovies
Voz: María García Esperón
Música: Chris Spheeris
MMX
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Los alfabetos del recuerdo: Árbol de la vida, de Marco Aurelio Chavezmaya

Los alfabetos del recuerdo

María García Esperón

En el árbol de la vida hay una casa que el abuelo le construyó al niño.
En ella el niño vive, sueña, observa… Inventa las grandes imágenes del mundo y oye cantar a su madre:


Pera con piloncillo
con piloncillo y canela
dulce para mi niño
para mi niño que espera
que espera un beso del árbol
del árbol dulce de pera.


De esperanza dulce se hacen las hojas de este árbol de la vida. Subidos en él, de él los huéspedes, en esa casa que construyó el abuelo, miramos cómo se nos hace la vida grande, el mundo grande, el futuro inmenso y es que… ¡estamos soñando en el sueño del poeta!

Tomados de la mano de sus letras nos convertimos en unos audaces de la memoria: trepando por ese tronco del árbol de la vida hemos llegado a nuestro origen, a nuestra infancia dulce de pera, donde hay un olor que
 Es un olor a pan de naranja 
a tierra mojada

donde la arcilla tiene también vida y es blanda entre nuestros dedos, donde a ratos creemos que somos el gato y a ratos nos soñamos amigos del aire. Porque trepando el tronco del árbol de la vida hemos llegado hasta atrás de nosotros mismos, hipnotizados por nuestro origen, a ese lenguaje más allá del lenguaje, todo olor y sol y recuerdos y manos de nuestra madre, ese trozo de cielo o pedazo de poema donde podemos conocer la plenitud del ser. Donde podemos recordar la plenitud del ser.
Esa, que vivimos en el árbol de la vida de nuestra infancia y que Marco Aurelio Chávez Maya ha pintado de palabras para que podamos deletrear los colores de la vida, para que podamos saborear los alfabetos del recuerdo, leer intactos los aromas y guardar en la boca el tiempo.

Todo resplandor, este Árbol de la vida, revela en su follaje riquísimo muchos secretos, denuncia concordancias íntimas, revela que la muerte más que muerte es una sed:

Dice mi abuelo
que la muerte
es la sed amable
de la tierra
que se bebe a los hombres
como a gotas de agua. 

Nos recuerda nuestro apego a la vida, nuestra inacabable capacidad de nacimiento, los mil ojos y mil oídos, la sensibilidad toda piel de nuestro cuerpo de niños, nuestros asombrados abismos:

A veces pienso en cosas
que nunca he visto
y extraño una vida
que no he vivido.
Y me asusto. 

Nos recuerda nuestro oro y nuestra gloria, nos devuelve nuestro tiempo entero, a nuestra madre toda, al abuelo con su lenguaje antiguo y sus manos de barro, a Adán y a Eva, a la inocencia de la hoja de parra, a la sabiduría de los puntos cardinales, a la realidad elemental de la tierra, del agua, del fuego y del aire… En el Árbol de la vida, hay una casa que el abuelo le construyó al niño y en ella, Marco Aurelio Chavezmaya, nos despierta a la mañana soleada y eterna de nuestra infancia.


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Árbol de la vida, de Marco Aurelio Chavezmaya, con ilustraciones de Manuel Monroy

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Presentación de Árbol de la vida, de Marco Aurelio Chavez Maya

El 30 de octubre de 2010 fue presentado en la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica el libro ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía 2009, Árbol de la vida, de Marco Aurelio Chavezmaya. 
Una función de cuentacuentos dirigida a los más pequeños dio a conocer por primera vez la profunda poesía que Marco Aurelio dedica a la infancia. El libro ilustrado por Manuel Monroy es un espléndido volumen que enriquece el mundo de la poesía para niños. 
Marco Aurelio, entre su esposa Beatriz y su hijo Jonathan. A la derecha, Joaquín Díez Canedo, director del FCE.
El escritor Andrés Acosta y yo fuimos invitados por Marco Aurelio para presentar este libro que ya consideramos muy nuestro. Se contó con la presencia siempre distinguida de Joaquín Díez-Canedo, Director del Fondo de Cultura Económica.
Un soleado día de octubre, un libro de sol y una reunión de amistad, infancia, poesía y horizontes de esperanza y creación. (MGE)


Con Andrés Acosta, el exitoso autor de OLFATO y Agua en polvo

Los niños disfrutaron los poemas de Marco Aurelio
¡Talento por partida doble!




Andrés Acosta, María García Esperón, Marco Aurelio Chavezmaya y Manuel Monroy
 dan la bienvenida a Árbol de la vida.



Adultos y niños dialogaron con Marco Aurelio y con Manuel Monroy

Entre dos grandes y apreciados creadores.

Con mi admirado Andrés Acosta
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Y también hay palabras ...


Y También Hay Palabras…

Hay un silencio
un espacio
y
un tiempo

Y también hay palabras
sueltas
solas
desocupadas

Hay un silencio
un espacio
y
un tiempo
pero están vacíos
Y también hay palabras
que necesitan
hacerse
nombrarse
sentirse

 
Hay un silencio
un espacio
y
un tiempo
que ahora están llenos
Y hay palabras
que, también, ahora
están ocupadas
con tus silencios
habitando
mi propio espacio
apropiándose
de todos los tiempos

Hay un silencio
un espacio
y
un tiempo

Y también hay palabras
que están vacías.

 
Esas, las aparto
_no las nombro_
_no las cuento_
_no las hago_
porque tengo miedo

Miedo a que se rompan
tus silencios,
a que se llenen
todos los tiempos
que aún no he ocupado,
a que se quede desierto
mi propio espacio

Hay un silencio
un espacio
y
un tiempo

Y también hay palabras
pero, yo, ahora,  
callo

A.C.G.
desde mi rincón de León
(en la imagen el pozo en la huerta de la casa de mi abuela)
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EL SILBO DEL DALE


Desde un rincón de los "Picos de Europa en León"

Como homenaje al gran poeta MIGUEL HERNANDEZ,  del que hoy celebramos el centenario de su nacimiento, me he atrevido a escribir estos versos a partir de las palabras de su poema

"EL Silbo del Dale"

Dale que dale, dale
dale VOZ  y MIRADA
hasta que resuene
el alma
el alma de las PALABRAS

dale VOZ y MIRADA
sobre
las cumbres nevadas
bajo
las longevas piedras
y
entre
las hojas secas

dale VOZ y MIRADA
hasta que resuene
el alma
a la sombra
del pozo
el alma de las PALABRAS
a los pies
de una higuera

Dale que dale, dale
dale VOZ y MIRADA
hasta que resuenen
ecos
ecos en la PALABRA
sobre el inmenso
valle
ecos en la PALABRA
junto a los viejos
nopales
ecos en la PALABRA
y
entre
los trigales verdes
ecos en la PALABRA


Dale que dale, dale
dale VOZ  y MIRADA
Hombre
hasta que estalle
el silencio
el silencio en tu PALABRA

Hombre,
dale VOZ  y MIRADA
a los versos
del poeta
sobre el cuerpo
de la luna

Hombre,
dale VOZ y MIRADA
a las noches errantes
entre
cunas vacías
y
cárceles

Dale que dale, dale
dale VOZ y MIRADA
Hombre
a tu PALABRA

*nota al margen: le pediré ayuda a María para la realización de un video-montaje

Un cálido abrazo de papel
ASUNCION
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Siempre traían sombrilla, de Aurelio González Ovies. En la voz de Sofía Castañón


            SIEMPRE traían sombrilla

            y maletas y perchas y los coches

            muy limpios.

                        Veraneantes puntuales como junio.

            Entraban en la casa, abrían

            los balcones,

            sacudían las colchas

            y enseguida se iban a tomar el vermú

            con un aperitivo

                        -qué palabras más raras-

            y a jugar al parchís, a la sombra, 

            debajo de la parra.

            Los muchachos comían, ansiosos,

            gran parte de los días

            en mi casa,

            preguntando por qué había tanta fruta

            en nuestra mesa

            y potas con comida,

            si mi padre era un simple

            conductor      

            del camión de la basura.

                        -Y a mí qué me importaba!-

            A finales de agosto,

            a mi madre le daban muchas veces

            las gracias.

            Un año me dejaron el pájaro

            y la jaula.

            El pueblo oscurecía muy temprano

            y caía la lluvia.

            Desprendía su humo la tristeza.

            Calor. Tierra mojada.

            Al alejarse, las bacas de los coches

            apiladas de bultos y de magia.

      
            Me quedaba el invierno.

(c) Aurelio González Ovies
Nada, Deva/ Ateneo Obrero de Gijón, 2001
Voz: Sofía Castañón desde El sillón Voltaire
Realización: Catamaram

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El sillón Voltaire

 


Sofía Castañón, voz y poeta asturiana, emprende un nuevo proyecto desde las ondas y la red con su programa de radio El sillón de Voltaire. Se puede escuchar todos los miércoles, de 17.00 a 18.00 en Radio Círculo (100.4 FM, en Madrid) y desde la web del Círculo de Bellas Artes

Capítulo II: L´aire les castañes (19/10/2010)


Los poemas de Ana Merino y Aurelio González Ovies. El relato de Matías Candeira. La voz y la palabra de Luci Romero.

La música de Yo la tengo, Nacho Vegas, Arwez, Luis Felipe Barrio y Antonio Vega.

Con la colaboración de Cristina Gómez.
Sintonía compuesta por Juan Tizón.

A los controles Álvaro Buenavida.
Sentada en el sillón Voltaire, Sofía Castañón.

Para escuchar este programa aquí

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LUNA DE TARDE


Luna de tarde
vestida de noche
tu rostro enciendes
en los cielos leoneses

Asuncion Carracedo
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Cuando se encienden las luces


Cuando se encienden las luces
en la ciudad
seguro hay corazones que en un hogar se apagan...

Los entornos de la Catedral de Oviedo 
en la mirada de Aurelio González Ovies.



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Esperanza Medina y su Armadura de azúcar


Ayer se presentó en la Librería Cervantes de Oviedo el último libro de Esperanza Medina, sin duda, una de las nuevas voces de la poesía asturiana. La cotidianidad y la rutina que a veces llevamos se ven reflejadas en este poemario, cotidianidad y rutina que Esperanza transforma en el guiño necesario para llegarnos al corazón.
Aurelio González Ovies la define de esta manera en el prólogo:
Una escritora que, como la música, nos trasmite estética y placidez a través de agridulces compases, de notas desilusionadamente confortadas. En estas contradicciones se forja la unidad.


FONDO DE ARMARIO

Sandalias,
traje nuevo,
un pensamiento alegre,
un imposible
oculto en el armario,
apolillando
los átomos de duelo, 
las partículas
de esfuerzo innecesario
cuando quisimos ser lo que otros fueron.

Un pensamiento propio,
un paso sólo nuestro,
a veces a compás,
a veces alocado o descompuesto,
una arruga,
un deseo robado al subconsciente,
un beso que nos damos,
una sonrisa que nos merecemos,
un sombrero estrambótico que hace
que pongamos el mundo por sombrero,
un color llamativo
que ensordece
las luces donde quieren que esperemos.

El amor,
con fonemas que no entienden
de orden ni concierto,
se expanden, se separan, aterrizan
envolviéndonos juntos en un juego
que crece y se propaga
en proporción a cuánto lo ofrecemos.

No caben decepciones,
las baldas 
están abarrotadas de lo que más queremos.
Un nombre -nuestro nombre-
en el primer estante,
y luego, en cada percha,
todos los nombres que nos quepan dentro.



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García Esperón viaja en el tiempo con los más pequeños: El Informador

Fuente: El Informador
  • La escritora acerca la lectura a estudiantes de primaria
La escritora de literatura infantil y juvenil compartió el gusto por la literatura en la Primaria Urbana 19 “Niños Héroes”
GUADALAJARA, JALISCO (28/OCT/2010).- “Escribo para tener la posibilidad de viajar en el tiempo e interactuar con la historia”, fue la frase con la que se presentó la escritora de literatura infantil y juvenil María García Esperón, ante un centenar de alumnos de la Primaria Urbana 19 “Niños Héroes”, con quienes compartió e inculcó el gusto por la lectura.

Los niños, sentados en medio círculo en el patio central del plantel, escucharon atentos la charla de la autora de Querida Alejandría, que se basó en sus orígenes y experiencias como escritora, oficio que ha desempeñado en los géneros de poesía, cuento y novela, a través de los cuales ha cosechado una bibliografía muy extensa comprendida por 16 publicaciones.

¿Por qué es escritora?, ¿qué es lo mejor de su trabajo?, ¿en qué se inspira para escribir?, ¿cómo se convierte uno en escritor?, ¿cuándo comenzó a escribir?, fueron algunas de las preguntas que los estudiantes de cuarto y quinto grado de primaria hicieron a María García Esperón, y que la autora respondió de manera complaciente.

“Profesionalmente me inicié como escritora en 2004, con la publicación de El disco del tiempo, en la que hablo del descubrimiento de mitos. Precisamente el arte de leer está en descubrir o encontrar mensajes, que otros que ya leyeron lo mismo, no han encontrado”, explicó la autora y periodista.

La visita de María García Esperón a la Urbana 19 fue la primera del recorrido que incluye 10 primarias, donde a través del programa INFOlectura fomentará el gusto por la lectura con los más pequeños: “No importa el género que lean, sumérjanse en las historias, vivan cada personaje, libren batallas y descifren mensajes”, sugirió.

“No he leído ningún libro de ella, pero me gustaría hacerlo, para irme preparando cuando sea escritora y pintora, y tener ideas de donde hacer mis historias y mis cuadros”, señaló Ambar Karime, estudiante de cuarto de primaria, quien disfruta la poesía “por las rimas”.

“Ojalá vengan más seguido los escritores, porque he sabido por amigos de otras escuelas que a veces vienen a contar cuentos o a leer. Aquí también queremos que nos lean”, afirmó Britney Daniela Pérez Magaña, quien espera que llegando a su casa sus papás la lleven a comprar Copo de algodón, la publicación más reciente de María García Esperón.

Por su parte, la escritora explicó que su inspiración para escribirle a los niños, se debe a su hijo, a quien comenzó a dedicarle sus primeros textos “para acercarle la historia, la poesía y el gusto por la literatura de una manera agradable”.
CRÉDITOS: Informador Redacción / AOC
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