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Fina García Marruz, Premio reina Sofía de Poesía

El Premio Reina Sofía de Poesía, para Fina García Marruz y la Cuba de Lezama
"No es que le falte / el sonido, / es que tiene / el silencio". Los cuatro versos del poema Cine mudo son un buen retrato de su autora, Fina García Marruz (La Habana, 1923). La sigilosa poeta cubana, que hoy mismo cumple 88 años, ha sido galardonada con el XX Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, dotado con 42.100 euros. Se une así a un palmarés que inauguró en 1992 el chileno Gonzalo Rojas, fallecido el lunes pasado, y en el que hay nombres como Antonio Ganoneda, José Emilio Pacheco, Mario Benedetti, Juan Gelman, Álvaro Mutis, Nicanor Parra, Pablo García Baena, José Manuel Caballero Bonald o Francisco Brines.
Fina García Marruz, "la gran poeta secreta", como también la ha calificado Luis Antonio de Villena, miembro del jurado que falló este galardón, es una de las voces más representativas de la poesía cubana, perteneciente a este grupo que revolucionó y modernizó la isla desde los años 40.
La poetisa Fina García MarruzGarcía Marruz ha recordado su vinculación con España y en particular con Juan Ramón Jiménez y su esposa, Zenobia Camprubí, a quienes conoció en La Habana en 1936. "A ellos les debo haberme casado con quien me casé, se lo debo todo a Juan Ramón y a Zenobia", ha recordado la poeta.
Hasta hoy, la literatura de Cuba no contaba con ningún representante en esa exclusiva lista llena de premios Cervantes en la que, además, García Marruz es la tercera mujer tras la portuguesa Sophia de Mello Breyner (2003) y la peruana Blanca Varela (2007). 
Los hitos de una obra que arrancó en 1942 son títulos como Visitaciones (1970), Viaje a Nicaragua (1987) y, sobre todo, Créditos de Charlot, publicado en 1990, el mismo año en que García Marruz ganó el premio nacional de literatura cubana. Poco divulgada fuera de la isla, la antología más accesible para el lector español es El instante raro, publicada el año pasado por la editorial Pre-Textos. Allí se encuentra casi toda la obra poética de una autora que alguna vez dijo querer "escribir con el silencio vivo" y que siempre ha alternado su trabajo de creación con su labor investigadora en la Biblioteca Nacional de la Habana.
Desde allí colaboró en la edición crítica de las obras completas de José Martí, una figura tan importante para la política hispanoamericana como para las letras en español. Hoy la tradición inaugurada por él ha sido reconocida con el Reina Sofía. Y no es que a Fina García Marruz le faltase el sonido, es que tenía el silencio. Ahora tiene también el premio de poesía más prestigioso de Iberoamérica.

'El instante raro', perteneciente a su libro 'Las miradas perdidas' (1951)

No se ha de decir lo raro, sino el
instante raro de la emoción noble
o graciosa
MARTÍ
Se trata entonces de un giro,
de partir de más atrás
o de ver más al fondo
la cosa ahí, girante astro.
Imantar el punto frágil
que atraerá tu hierro, poesía,
sólo porque antes ella, más
real que tú, te atrajo con su adiós,
un poco antes de su fuga.
1981
Fina García Murraz
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Miradas del Congo

Inmaculada González-Carbajal, presidenta de la Fundación El Pájaro Azul, es la autora de las 26 fotografías de la exposición «Miradas», en la galería Guillermina Caicoya. Son imágenes de niños atendidos en el centro Bana ya Poveda de Kinshasa, que sostiene la Fundación. Las fotos están a la venta y la recaudación se destinará a la financiación de proyectos en el Congo. En la imagen, González-Carbajal junto a una de sus fotos. 
Fuente: La Nueva España





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VERSO EN NUBES

**Voz y Mirada, ese proyecto poético que nació en la red de redes, enlazando poetas de ambos polos del Atlántico, ahora ve nacer, como un sueño cumplido, el I Festival de Poesía Infantil "Verso en Nubes", organizado por Asunción Carracedo y el Ayuntamiento leonés.
León, España, ciudad de la literatura, es el campo de juego donde los poemas, flexibles y en plena forma, van a aprender, literalmente, a volar, se transformarán en pintura, caerán como lluvia y podrán bailar entre las cuerdas de una guitarra. Nunca la poesía para niños y niñas estuvo tan mejor acompañada que por los estudiosos, poetas y músicos de España e Hispanoamérica que se dan cita durante 3 intensos días de mayo
.

Con enorme placer de ver como se fortalece ese puente de poesía, erigido, letra a letra, por todos los que conforman Verso en Nubes,... **
 con estas hermosas palabras del escritor mexicano Jaime Alfonso Sandoval, que hacemos nuestras en este momento,...
y desde el mismo cielo en el que sueñan María García Esperón y Asunción Carracedo, os damos la bienvenida al blog del
FESTIVAL DE POESIA INFANTIL "VERSO EN NUBES"
anunciando así la llegada de una GRAN TORMENTA POÉTICA, un auténtico aguacero de poemas, de palabras, de sonrisas, de abrazos, de VOCES Y MIRADAS pintadas de INFANCIA, para que nos lluevan "sueños" y "esperanzas", para EMOCIONAR en un espacio abierto al público de todas las edades, tallas y colores.
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Espero en un olivo, de Santiago Montobbio


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ESPERO EN UN OLIVO. ESPERO MI DESTINO.
Dios me lo va a dar, si soy
buen niño. Dios también espera
a que el tiempo para la sombra muera
y la nada fiera
no me alcance y me disgregue. No sé
si esto es un sueño o un poema.
Pero espero en un olivo.

13 marzo 2009

(C) Santiago Montobbio
La poesía es un fondo de agua marina
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI
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Yo siento en mí, de Fernando A. Balbuena. Recita Joaquín de la Buelga



Yo siento en mí la fuerza de un torrente
Que brota de raíces minerales
Y ansía, lejos de sus manantiales,
Discurrir como un río, mansamente.

¿No habrá ni un pensamiento tras tu frente
que remanse estas aguas torrenciales
y me preste calor en los fatales
fríos que me acuchillan con sus dientes?

La inmensa catarata me amenaza
Al par que la corriente me atenaza
Y en contra de ambas mi voluntad boga,

Mas mi fuerza se agota y desespera:
Te busco y no te encuentro en la ribera
Y siento una amargura que me ahoga.


(C) Fernando Álvarez Balbuena
Marea interior
Voz: Joaquín De la Buelga
Selección musical: Juan Taboada
Realización video: María García Esperón
La Caravana del Verso
MMXI
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Versos que llegan al alma. La voz de Avilés


Darle la palabra al verso. Es el objetivo de 'Versos del Alma', una actividad que unirá poesía y música mañana en la iglesia vieja de Sabugo y está organizada por la Asociación Amigos del País y La Caravana del Verso.
El presidente de Amigos del País, Fernando Álvarez Balbuena, explicó que la actividad quedará dividida en dos partes, la primera dedicada a «varios poetas de carácter más moderno» y una segunda para los clásicos, tales como López de Vega y Luis de Góngora. Balbuena recalcó que «es un honor participar en las actividades culturales» de Avilés, que ponen a disposición del público un amplio abanico de posibilidades.
Por su parte, Joaquín de la Buelga, como uno de los responsables de La Caravana del Verso, explicó el funcionamiento de la velada, que aproximadamente tendrá 60 minutos de duración. Junto a él, actuarán Felipe Prieto y Laína Cores -los otros dos responsables de La Caravana del Verso- y también los avilesinos Patricia Martínez, soprano, y Rubén Díez, que les acompañará con el piano.
De la Buelga insistió en que «no se trata de un recital dedicado exclusivamente a personas creyentes», a pesar de que se enmarca en la Semana Santa avilesina y sí está considerada una actividad más del tiempo de Pasión en la villa. En ese sentido, comentó que «los versos que interpretaremos son de tal belleza que será apto para todo tipo de personas». Uno de los objetivos de los responsables de la velada es conseguir «un motivo de reflexión» en los asistentes que escuchen los versos, «envolverlos por la magia de estas palabras».
El recital presentará «poesía de Lopez de Vega, que es probablemente el autor más importante del siglo XVI, y Santa Teresa, entre otros», y ota parte quedará destinada a «una amalgama de autores» para conseguir «un recital agradable y un buen espectáculo». Además, De la Buelga indicó que Laína Cores interpretará tres canciones 'La Saeta' de Serrat, 'Tata Dios' y 'Gracias a la vida', y Patricia Martínez y Rubén Díez interpretarán 'Lascia ch'io pianga' de Haendel y 'Ave María' de Gounod.
El concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, aplaudió la iniciativa y lamentó que «se lea tan poco en público» a pesar de los esfuerzos de las asociaciones para potenciar este tipo de actividades. «Darle la palabra al verso es importante», insistió, y recordó que durante la Noche Blanca del pasado viernes se organizó una lectura de cuentos japoneses. «Es una manera de difundir el amor por la poesía», recalcó.

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Adiós al relámpago poético de Chile

La obra de Gonzalo Rojas, coronada por premios como el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Octavio Paz de Poesía y Ensayo o el Cervantes había nacido con un aguacero. Gonzalo Rojas solía contar que uno de sus hermanos pronunció la palabra relámpago en medio de una tormenta y que aquellas cuatro sílabas produjeron en él la revelación del lenguaje. También contaba que, como niño tartamudo, inventaba palabras con fonemas "suaves" para no tropezar. Aquella búsqueda de la suavidad fue el primer taller de poesía de un escritor que publicaría su primer libro, La miseria del hombre, en 1948. Luego vendrían títulos como Contra la muerte, Transtierro, Materia de testamento o No haya corrupción.
El poeta, el 13 de abril de 2007, en Santiago. efe"¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida / o la luz de la muerte?", decían sus versos más famosos. Otros menos conocidos avisaban con ironía: "No confundir las moscas con las estrellas; / oh la vieja victrola de los sofistas. / Maten, maten poetas para estudiarlos. / Coman, sigan comiendo bibliografía". Profesor de literatura durante años, Rojas ejerció como diplomático en China y Cuba con Allende hasta que el golpe militar de 1973 lo puso de nuevo en el camino. Al exilio esta vez. De él volvería para instalarse en su casa verde y azul de Chillán, desde donde no paró de viajar mientras se lo permitió la salud.
Gonzalo Rojas consiguió administrar con voz personal la erótica y telúrica herencia poética -y la alargadísima sombra- de Pablo Neruda. Se convirtió así en uno de los dos grandes polos de la poesía chilena. 
En Chile se reconoce a los poetas porque se considera a sí mismo como "país de poetas", debido a que cuenta con dos premios Nobel de Literatura, Gabriela Mistral y Pablo Neruda y varios otros de reconocimiento internacional. Hasta ahora Rojas ha sido considerado uno de los de mayor relevancia de este tiempo, junto con Nicanor Parra, de 96 años.
Sus versos, nacidos de una doble parentela -"la sanguínea y la imaginaria"-, quedaron reunidos en 2000 en el volumen Metamorfosis de lo mismo (Visor), un título que explica bien la forma de trabajar de un autor cuya poesía ha sido calificada de "larvaria". Así, muchos de sus libros son una reescritura ampliada de poemarios anteriores. "Soy un inconcluso", decía. Y "lentiforme".
Siempre el adiós
Tú llorarás a mares
tres negros días, ya pulverizada
por mi recuerdo, por mis ojos fijos
que te verán llorar detrás de las cortinas de tu alcoba,
sin inmutarse, como dos espinas,
porque la espina es la flor de la nada.
Y me estarás llorando sin saber por qué lloras,
sin saber quién se ha ido:
si eres tú, si soy yo, si el abismo es un beso.
Todo será de golpe
como tu llanto encima de mi cara vacía.
Correrás por las calles. Me mirarás sin verme
en la espalda de todos los varones que marchan al trabajo.
Entrarás en los cines para oírme en la sombra del murmullo. Abrirás
la mampara estridente: allí estarán las mesas esperando mi risa
tan ronca como el vaso de cerveza, servido y desolado.
De Contra la muerte, 1964.
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El poema es todo: Miravoz de la poesía de Santiago Montobbio

Un nuevo miravoz.
Un poeta extraordinario.
Un texto de 1990, donde Santiago Montobbio responde a la pregunta ¿Cómo se hace un poema?



Escribir siempre es ciego
Santiago Montobbio

No sé si el haber escrito siempre nada más que para mí mismo puede tener algo que ver con la continua y no buscada presencia de los poemas de la vocación en mi poesía, o con el hecho de que el yo que habla en mis poemas tantas veces sea un yo que escribe o no, que escribiría, escribirá o ha escrito, pero lo único cierto es que cuando me preguntan cosas como las que me preguntan siento que una parte medular de mi poesía insiste en tenerse presente a sí misma, y que lo que pueda decir fuera de ella no será más que una tautología. Aquí y ahora se me ocurre que alguien podría fijar su atención en versos cuya colocación puede indicar como significativos, y así pienso en el primer verso de Hospital de inocentes (“No es bueno apretar el alma, por ver si sale tinta”), en el que inicia el poema que lleva el título de este libro (“El papel en blanco jamás es sólo el papel en blanco”) o en la sentencia que cierra el que lleva el de Ética confirmada y que aquí se reproduce (“una lengua la crea el dolor, y yo he sido una lengua,/ el modo extraño en que alguien se salva”). Los ejemplos podrían ser muchos, y también ahora recuerdo el modo en que empieza un texto de Ética confirmada: “Un poema puede salir de esta manera / o de otra o de ninguna o de cualquiera”.

Este principio, en mí, resulta del todo verdadero. Porque yo he sido siempre un escritor irreflexivo, que avanza o no guiado nada más que por el instinto y que no suele corregir sus textos. Claro que ya todo está en la lengua, esa especie de cajón de sastre en el que sólo el tiempo y la urgente necesidad de cada tiempo nos hacen encontrar las herramientas precisas, y que, en tanto que los lenguajes que importan son siempre los que nos encontramos en los dedos, escribir –como anotó Pavese en su Diario- siempre es ciego. Porque creamos un nuevo lenguaje sólo mientras éste se funda a sí mismo, cuando el territorio en que se mueve nos resulta desconocido. Obvio es que luego podemos reducirlo a unas cuantas fórmulas, y que aplicándolas con mayor o menor paciencia podríamos crear muchos más textos. Pero eso no tiene que ver con el arte sino con la industria, y personalmente nunca he sentido ninguna devoción por los remendones y sus versos recalentados. ¿Qué puede haber comparable a la fuerza (tan destartalada a veces) de las creaciones verdaderas, y qué otra cosa puede hacer que el arte poético sea –como quería Bergamín- arte de temblar, de estremecerse de nuevo? Quizá y además sólo el escribir suelto puede lograr que a veces, espontáneamente y sin pretenderlo, algunos textos sean sólo espíritu trascendido, nada más conciencia. Aunque modos de escribir podemos tener muchos, y ya se sabe que cada uno es el resultado de un mismo corazón nuevo. Así cabría contemplar una obra como un juego de contrapesos, a través del cual se alcanzan diversos puntos de equilibrio; cuando a éstos se llega de manera independiente y no mimética, simplemente porque los ha traído la dinámica natural de la lengua, suelen tener su explicación y su reflejo –fiel a la vez que invertido- en aventuras de distinto signo. En todo caso lo que hay que señalar es que existen leguajes cuya modulación es moral, en tanto que fue la vida y no la literatura quien los trajo, y que las obras que sólo vienen de sí mismas tienen reglas de construcción propias. Por eso y en lo que al arte importa hay, más que modos de escribir, estados de ser ante la lengua (el escritor los funda, los interpreta y los explora), y por eso y gusten o no a los demás o a mí yo no podría cambiar mis textos.

También por lo mismo, cuando me dieron la oportunidad de publicar (cosa que no había imaginado) pensé que debía dar a conocer algunas de las cosas que había hecho con más vida. Un criterio, claro, que a muchos puede parecer más que erróneo. Mas me acordé de Guillén –“Mal escrito. Falta vida”- y pensé que había muchas poéticas utilizables, defendibles y aun plausibles, pero que esa era la de una honestidad más clara.

Ya se ve, en fin, que tengo o quiero tener poco que decir. Pero un escritor no sabe lo que escribe, aunque puede ser que en algún momento y como en una nebulosa tenga una visión exacta de la medida de su dignidad.

Por otra parte y además de ignorar cómo se hace un poema, yo no sé qué es la poesía, a no ser que sea aquello en lo que hay una dignidad mayor. Lo que sí quería hacer era aprovechar para decir que escribir es muy fácil. Si no mentir, suele ser exagerar, mayormente un juego de aflojar y desaflojar intensidades; pero siempre, cuando es lo que ha de ser, escribir resulta inevitable. En este sentido digo que es muy fácil.

Para terminar estaba tentado de añadir que últimamente he vivido en el descreimiento, es decir, sintiendo que escribir es como sufrir. Algo que no mejora la vida, ni sirve de nada. Pero tampoco sé si vale la pena anotarlo.
Santiago Montobbio

(Publicado en EL CIERVO, Nº 472, Barcelona, Junio 1990, en respuesta a la pregunta “¿Cómo se hace un poema?” y junto al poema “Ética confirmada”. Incluido en el libro Cómo se hace un poema, Editorial Pre-Textos, Valencia, Octubre 2002.)
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Versos del Alma en Valdediós




Recital Versos del Alma en la Iglesia de Santa María
La Caravana del Verso
20 abril 2011
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Versos del Alma: Recital en la Iglesia Vieja de Sabugo

Iglesia Vieja de Sabugo (Avilés)
21 de abril de 2011
20: 15 hrs.


La Villa del Adelantado, Avilés, lucía sus mejores galas, pues el día era realmente bueno, lo que propiciaba que las calles y terrazas se vieran atestadas de gente, al igual que el recientemente inaugurado Centro Cultural Nietmeyer. Todo parecía encajar para que el recital "Versos del Alma", resultara todo un éxito, como así fue.

La Iglesia se llenó hasta la bandera, teniendo que quedarse, incluso, algunas personas de pie. La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, gran amante de la poesía, estuvo presente en el mismo, disfrutando como el resto de público asistente.

El espectáculo, resultó realzado, al igual que el día anterior en Valdediós, por el incomparable marco donde se celebraba, por las buenas condiciones acústicas, y por un público totalmente entregado ante la belleza de las palabras que allí se pudieron escuchar. Laína Cores se pudo incorporar e interpretó, con su buen gusto habitual, tres magníficas canciones, "Gracias a la vida", "Tata Dios" y "La Saeta", mientras que, por su parte, Patricia Martínez y Rubén Díez repitieron las mismas piezas del día anterior en Valdediós. El espectáculo tuvo una duración ideal -una hora y media aproximadamente- y a su término, el público asistente dispensó una larga y calurosa ovación a los recitadores y cantantes, que tuvieron que repetir varias veces su saludo al público.

Por tercera vez, La Caravana del Verso, ha conseguido un gran éxito en Avilés, tras sus anteriores recitales, "Barro" y "Hermanos", celebrados en el 2010. La activísima Sociedad Económica de Amigos del País de Avilés y Comarca, de la mano de su presidente, Fernando A. Balbuena, y de su secretario técnico, Armando Arias, al igual que del resto de su junta directiva, se han apuntado, un nuevo acierto y un gran éxito. Mucho más encomiable aún, si tenemos en cuenta el pequeño número de socios que conforman esta asociación cultural y los pocos recursos económicos de los que disponen. La Caravana del Verso siempre estará en deuda con ellos y con Avilés.

Joaquín de la Buelga
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Valdediós



Iglesia de Santa María...

Monasterio de Valdediós...

Llueve y el lienzo del viento se extiende húmedo sobre el parpadeo prerrománico del Conventín.
Joaquín y Felipe dejan la huella en el césped.
A muchos kilómetros Laína Cores acompaña en el último viaje a su hermano, con una canción silenciosa. Pero se siente su presencia en Santa María. Ella es la cuerda de esta guitarra, la suavidad, la ternura...
La Caravana se ha traído el alma en los versos de San Juan de la Cruz, de Fray Luis, de León Felipe... Ellos, los versos, llegan antes de decirse, como buscando su crucifijo, su muro blanco infinito. Los frailes mexicanos sonríen, ya conocen a Joaquín, a Felipe, ya confabularon el silencio de su convento con los silencios que conservan siempre vivos a los poemas.
Amado Nervo...
Santa Teresa...
Desde el coro, Patricia Martínez, artista invitada, interpreta Ombra mai fui y Lascia ch'io pianga, de Haendel y el Ave María de Gounod. Rubén Díaz la acompaña, en diálogo asombrado de pianista con el muy antiguo órgano de la iglesia, con su voz de gigante sabio e inocente.
La espiritualidad de la Semana atraviesa los muros de la iglesia. Se enzarza en los versos que dice Góngora por los labios de Felipe. Pequé, Señor... Ya Joaquín había apasionado los espacios con el Via Crucis de Gerardo Diego y tal vez nunca la Vida retirada resonó así, tan profunda, como en esa especie de teatro  sagrado de la palabra que en su iglesia admitió la Congregación de San Juan y su Superior, el Padre Tarsicio.
Desde el público, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Ignacio Vidau, se sumó a la ovación tributada a la Caravana del Verso y a sus artistas invitados, que supieron dejar huellas de voz en Santa María, versos del alma en Valdediós.


Joaquín de la Buelga con el Conventín al fondo.

Felipe camina en la tarde lluviosa de Valdediós

La atmósfera de Santa María preludiaba los Versos del Alma

Joaquín en los momentos previos al recital.
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Un poeta adulto con ojos de niño

24/04/2011

Un poeta adulto con ojos de niño
Aurelio González Ovies, poeta y profesor, en la plaza de El Carbayo. :: SERGIO LÓPEZ
Si la infancia es la patria de todos los hombres, la de Aurelio Ovies está fuertemente asentada en lo que él mismo define como «un paraíso». Y es que Bañugues, uno de los más bellos rincones de la comarca avilesina, y probablemente el asentamiento humano más antiguo del concejo de Gozón, es el lugar «donde nací y transcurrieron las cosas más importantes de mi vida». Lo dice un hombre cuyas reflexiones son reposadas, propias del quien ha visto mucho y lo ha leído todo. «Eso es una exageración, pero sí que es verdad que tengo esa costumbre desde pequeño... y que he hecho mi vida en torno a los libros», asegura no sin cierta timidez.
Y es que Aurelio es poeta por vocación, desde los doce años. Empezó escribiendo lo que el denomina ripios de la edad, basándose en la poesía que estaba a su alcance: Bécquer, Campoamor, Machado, Gloria Fuertes... y Miguel Hernández; su vida y su obra fueron lo que le cautivaron de este género literario. Tiene muy buenos recuerdos de sus primeros profesores, en las Escuelas de Bañugues, con especial predilección por dos de ellos: Jesús Cobas y Antonio Casín, que supieron inculcarle el amor por la literatura. Eran tiempos en que la ESO ni se imaginaba, y que Aurelio en cierto modo añora, porque daba una base de conocimientos más aceptable que el actual.
El BUP también era una opción «mucho mejor que el Bachiller actual», afirma. Y habla sabiendo lo que dice, puesto que profesionalmente se dedica a la enseñanza universitaria. Cree que si a un estudiante no se le da una buena base en Primaria y Secundaria, la Facultad no va a hacer ningún milagro. En su departamento, Filología, el panorama podría parecer más benigno. «Hay un montón de rebotados de otras carreras, y eso se nota mucho cuando les preguntas si leyeron 'El Quijote'... no es raro que nadie en el aula levante la mano», aclara de modo ilustrativo. Pero contra el alumno adocenado, hay siempre un contrapunto: el vocacional, que se esfuerza por aprender y conocer. «Eso siempre te da la esperanza de que la Universidad vuelva a ser un lugar donde nosotros, los profesores, no seamos los que tiremos del carro, sino que sean los alumnos los protagonistas».
De todas formas, Aurelio nunca ha sido el clásico 'profesor hueso' que llena de ceros los expedientes. Sus muchos alumnos certifican que es un 'buenazo' al que le da rabia suspender a chicos que, por lo general, no superan los 19 años. Da Latín, una asignatura con mala prensa que él cree que debería ser una base ineludible no solo en Filología, sino también en Historia.
Le gusta proponer textos fáciles, no todos los alumnos entienden con fluidez a Cicerón, por ejemplo. También busca en el día a día en el aula que sus alumnos aprendan cosas relacionadas con la arqueología, la cultura tradicional, las costumbres...
Con todo, Aurelio Ovies reconoce que llegó a la enseñanza «por cosas de la vida». Una beca de investigación, recién terminado Quinto y compaginada con el CAP (Curso de Aptitud Pedagógica) le hizo empezar a dar clases en la Facultad. A eso se suma que fue vicedecano de Filología con poco más de 35 años, algo bastante inusual en el mundillo universitario, pero que a él no le parece importar.
La precocidad, en todo caso, es algo que este gozoniego lleva en las venas. En 1989 publicó su primer poemario, 'Las horas en vano', un libro del que no aclara si está muy satisfecho o no, pero del que no cabe ninguna duda que de que ocupa un lugar en su corazón. «No sé si hay mucho de mi en 'Las horas...', porque uno cambia con el tiempo», asevera para continuar con este razonamiento. «Uno siempre es el mismo, pero también hay que tener autocrítica; yo sé que no todo lo que he hecho soporta bien el paso de los años y de los libros».
Toda esta modestia, un tanto desarmante sabiendo que sus lectores son muy fieles, se disipa al hablar de 'Nada', un tomo editado en el año 2000. Su salida al mercado coincidió con el deceso de la autora de la célebre novela homónima, Carmen Laforet, y también con el de la propia madre de Aurelio. «Es un poemario duro, que expresa cómo me sentía entonces» relata con voz emocionada. El propio título explica el nihilismo y el dolor que encierra el volumen, una época «difícil», según refiere escueto, pero de la que siempre, mal que bien, se sale.
Hoy, Aurelio Ovies se ve ante todo como poeta. Ha publicado diez obras más, algunas para un público tan exigente como el infantil. Le gusta cómo interpretan las cosas; aunque es adulto intento tener ojos de niño al escribir. En castellano o asturiano indistintamente «porque todo es poesía», concluye rotundo.

Fuente: El Comercio
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Confesión última, de Santiago Montobbio


De entre la mentiras una de las que prefiero
es la luna. Antigua o perdida, ni los locos
la creen, y con sus torpes palabras pueden
fabricársele torpes vestiduras. Porque
el poeta -gata falsa- a veces no está
para cielos o pájaros es por los que os hago
una confesión última. De la noche
no hablo. Porque sin engaño o niño
cómo osar decirte
que la noche es mentira.

(C) Santiago Montobbio
El anarquista de las bengalas
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI
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Memoria de la sombra: una biblia de la naturaleza


Memoria de la sombra


ABC Digital
Delfina Acosta


Ha publicado recientemente el poeta español Francisco Álvarez Velasco, un libro de gran categoría poética. El mismo tiene un nombre bastante sombrío, por así decirlo: Memoria de la sombra. La editorial que publicó pertenece a la colección abeZetario (poesía).

¿Se puede tener memoria de la sombra?
Yo sé que uno puede tener recuerdo de una noche grata, pasada frente al rostro, al cuerpo amado. Y se puede tener tantos recuerdos de la vida, que nos pasa, que transcurre, con sus luces parpadeantes, sus colores diurnos, sus noches y sus días estampados en la misma cara de la luna.
Francisco Álvarez Velasco es de escribir sin prisa.
El lector podrá darse cuenta que él no cae en el facilismo, que últimamente deteriora a la poesía.
Sus versos son fruto de un pensamiento, musical por cierto, que busca el ojo abierto de la belleza. No son fáciles sus líneas, pues llevan un mensaje interior que, a veces, tardíamente, maduran en el criterio de quien lee su obra.
La naturaleza está presente en su libro. Esa naturaleza que hace referencia a la gracia, a la belleza oculta que hay en los árboles, en los bosques, en el agua, y que los ojos profanos no pueden ver.
En una ocasión le había preguntado a Francisco Álvarez Velasco cuál era su poeta predilecto. Me dio algunos nombres. Y recordó con especial interés al gran Antonio Machado.
Igual que la obra del poeta sevillano, su poesía respira y transpira melancolía, nostalgia. Hay como un rumor de una existencia que fue de antes, de muy antes, de cuando la vida rendía culto a la naturaleza. Todo el pasado de la naturaleza que le tocó presenciar, y amar, y perder, está presente en este libro que es compacto, único y dueño de mucha sobriedad.
Este libro es, sin dudas, un clásico. Una biblia de la naturaleza.

BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA


DEL AUTOR: Francisco Álvarez Velasco (Cimares del Tejar - León, 1940) ha sido profesor de Literatura en Institutos de Bachillerto de Ocaña, Tarancón y, durante veinticinco años, en el Real Instituto Jovellanos de Gijón, ciudad donde reside. Tiene varios poemarios publicados. Es creador y editor de www.portaldepoesia.com
Poemas suyos han sido traducidos al portugués y francés; Fa Claes ha traducido al holandés La hiedra del silencio (De klimop van de stilte, 2005) y Las aguas silenciosas (Het stille water, 2009).
Es columnista del diario El comercio (Premio de la Crítica de Astuiras de columnismo literario, 2007).


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"Soy una voz moral": Javier Sicilia


Poeta encabeza protestas contra la violencia del narcotráfico en México

Javier Sicilia junto a su familia
Sicilia dice que tras la muerte de su hijo ya no puede escribir más poesía.
Es un líder poco común: un poeta católico que dice necesitar "sólo 40 centímetros de espacio" para escribir.
Pero la muerte el mes pasado de su hijo Juan Francisco -de 24 años de edad- en un incidente atribuido a bandas de narcotraficantes, ha hecho que Javier Sicilia se convierta en la voz más alta en condenar la violencia que hace estragos en partes de México.
"Yo no soy un animal político", dice Sicilia a la BBC en Ciudad de México.
"Soy una voz moral, que tengo que hacer esto por mis convicciones morales porque la gente me ha pedido que lo haga", agrega.
Su dura crítica a lo que él llama la "estúpida estrategia" del presidente Felipe Calderón para combatir los cárteles de la droga ha resonado en amplios sectores de la sociedad mexicana que están cada vez más frustrados por la creciente violencia en muchas partes del país.
Más de 35.000 personas han muerto desde que a finales de 2006 Calderón lanzó una confrontación militar contra criminales pero la violencia no da señales de disminuir.
Así que cuando Sicilia, quien también contribuye con la revista mexicana Proceso, convocó a una serie de marchas simultáneas en todo México para protestar contra la violencia a principios de este mes, la gente respondió.
Miles de personas salieron a las calles en la Ciudad de México, en todo el país e incluso fuera, en algunas embajadas de México, con el grito de guerra: "¡Estamos hasta la madre! (hartos)".

"Daños colaterales"

Sicilia, mientras todavía se ajusta a la cobertura mediática que su tragedia personal ha generado, parece considerar su nuevo papel no como una opción, sino como una obligación.
"Tengo que mostrar mi rostro por la dignidad de mi hijo, por todos los hijos que han muerto en esta batalla y aquellos que morirán en el futuro", dice.
Sicilia estaba trabajando en Filipinas cuando oyó por primera vez del asesinato de su hijo y de otras seis personas más en Cuernavaca el 28 de marzo.
Sus cuerpos fueron encontrados en el interior y los alrededores de un vehículo, algunos presentaban signos de tortura.
Nadie sabe exactamente por qué Juan Francisco Sicilia y sus amigos fueron atacados.
Protestas contra la violencia en México
Miles salieron a protestar contra la violencia luego de la convocatoria de Sicilia.
El único arresto vinculado al caso no arroja ninguna luz sobre las circunstancias de los asesinatos.
Y es por eso que muchos, incluido el propio Sicilia, han relacionado los asesinatos a la violencia general que ha envuelto al central estado mexicano de Morelos, donde se encuentra Cuernavaca.
Se cree que el área está en el centro de una batalla entre bandas rivales de narcotraficantes y grupos del crimen organizado.
Según Sicilia, cada vez más y más civiles inocentes, como su hijo, son asesinados como "daños colaterales de la guerra contra las drogas".
Así que el poeta centra su crítica en la estrategia del presidente Calderón.
"Creo que Felipe Calderón es responsable de lanzar una guerra de una manera estúpida", expresa, combinando la rabia con la frustración.
"Lo que esta guerra ha hecho es permitir que la corrupción de las instituciones que había tenido lugar durante años emerja, pero dejando a las instituciones completamente indefensas para hacer frente a la delincuencia organizada", señala.
"Necesitamos un pacto nacional porque esto es una emergencia y tenemos que reconstruir el tejido de esta nación. Si no lo hacemos, vamos a entrar en el infierno"
Javier Sicilia, poeta
Sicilia ha sido criticado por centrar su ira en el gobierno y no en los criminales por el problema original -al utilizar a México para el transporte de narcóticos en EE.UU. y devastar algunas de las áreas utilizadas como rutas de contrabando.
El presidente Calderón, que recibió a Sicilia en el palacio presidencial después de los asesinatos, hizo una referencia al tema a raíz de las manifestaciones.
"No nos dejemos confundir", dijo Calderón en un almuerzo con líderes empresariales a principios de este mes.
"Tenemos que decir '¡Basta!' a los criminales que secuestran y asesinan. Ellos son el enemigo, no los que luchan contra ellos", añadió.
Para Sicilia, el conflicto ha llegado a un nivel que requiere un enfoque más amplio, que incluya el compromiso de todos los mexicanos.
"Necesitamos un pacto nacional porque esto es una emergencia y tenemos que reconstruir el tejido de esta nación. Si no lo hacemos, vamos a entrar en el infierno", asegura.
En cuanto a su poesía, Sicilia ha decidido acallar su voz.
Su último poema fue dedicado a su hijo, y fue escrito apenas unas horas después de la violenta muerte.
"La poesía ya no existe en mí", concluye.
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